viernes, 19 de noviembre de 2010

Día # 4 - 19/10/2010: Yangon – Bago – Yangon


Después de abrir los ojos nos damos cuenta que nos hemos dormido. No sabemos si no ha sonado el despertador, si no lo pusimos… o si, simplemente hemos pasado de él. Son ya las 7:15. Saltamos de la cama a la ducha y en menos de media hora ya estamos desayunando. 10 minutos antes de la hora concretada nos avisan que nuestro conductor ya nos está esperando. Dejamos caer la tostada y salimos a saludarlo. Es un chico muy delgado con rasgos claramente hindúes. Mutu viste con el longyi y parece mucho más joven de lo que más tarde sabremos que es.

Hoy el día se ha levantado lluvioso. De hecho, después de un minuto de haber subido al coche nos encontramos con muchas calles de Yangón inundadas. Pese al agua que cae del cielo, la vida prosigue como cada día. Los birmanos siguen llevando los mismos flip-flops y la misma ropa que cualquier otro día, y van a comprar o a trabajar igual que ayer. Después de escasos minutos de viaje nuestro conductor ya se muestra muy simpático y agradable. Paramos a poner gasolina y después emprendemos el viaje a Bago mientras fuera sigue lloviendo. La primera parada será en Hlegy, donde hay mercado local. El ambiente ya se percibe diferente a Yangón y el mercado está repleto de hombres, mujeres y niños pese a la fina lluvia que todavía cae. La variedad de verduras y arroces nos impresiona. Nos interesamos por una especie de pasta que Mutu nos cuenta que está hecha con pescado seco triturado que combinan con el té. La visita al mercado es toda una experiencia. Como ya nos había pasado el día anterior todos nos saludan, miran o sonríen. No resultamos indiferentes a nadie.

Al llegar a Bago paramos en un primer templo muy nuevo, el cual según Mutu hace escasos años que está construido (Naung Daw Gyi Mya Tha Lyanung). La siguiente parada será en el conocido Shwethalyaung Budha, posiblemente la atracción, como no religiosa, más importante de la villa. Aquí nos encontramos con un gran budha reclinado. En el templo hay familias haciendo picnic con los críos, a los que regalamos caramelos, gente rezando y otros tantos simplemente paseando. Por suerte nadie nos solicita los 10$/pers que pide el gobierno por visitar todos los templos de Bago. Será porque está lloviendo? Nosotros tampoco insistiremos en pagarlos. Solamente pagamos los 300K por la cámara.

A la salida, Mutu para el coche al lado de un lago repleto de carpas gigantes. Nos explica que el día del cumpleaños de los más jóvenes es típico liberar un pez en el lago como símbolo de buena suerte. Por supuesto, no se puede pescar en el lago, así que son muchos y muy grandes. Compramos una especie de palomitas gigantes que les tiramos para que salgan a la superficie. Desde aquí observamos la construcción de otro gran buda reclinado.

Sigue lloviendo y antes de comer decidimos que todavía tenemos tiempo de ir a la Hintha Gon Paya. Arriba hay un monasterio y desde allí tenemos vistas de la Shwemawdaw Paya. De hecho, hasta donde llega nuestra vista se observan pagodas doradas que destacan entre la maleza verde. Al bajar las escaleras para salir del recinto, todavía mojadas por la lluvia, Olga resbala y la pobre se ha clava varios escalones en la espalda. Nuestro guía se asusta tanto que después de ayudar a levantarla y tumbarla en el coche desaparece para ir a comprar un ungüento que suponemos es antiinflamatorio.

Una vez pasado el susto, Mutu nos lleva a comer a un restaurante local. Por fin hoy probamos la auténtica cocina birmana, arroz blanco, sopa de nabo, planta de bambú y chile muy picante acompañado de la carne que escogiéramos. Para ello entramos en la cocina y Mutu nos traduce, pollo, ternera, pescado… todo tiene más o menos la misma pinta, así que cada uno escoge el que le parece mejor. Al final, acabamos compartiendo todo. (5100K) Otra cosa que descubrimos es que en Birmania no se come con palillos… y nosotros pidiendo palillos en todos los restaurantes. Nos cuenta Mutu que generalmente utilizan tenedor y cuchara para comer, o en muchos casos, comen directamente con las manos.

La atracción del Snake Monastery que visitamos después de comer se basa en una pitón gigante a la que la gente deja dinero y cada vez que lo hacen un monje reza unas oraciones, aunque al pobre animal no parece interesarle demasiado. Los budistas creen que es la reencarnación de antiguo monje que construyó una estupa en el lugar. La verdad es que nos quedamos impresionados ante tan gran animal, aunque nos parece triste que lo tengan encerrado todo el día.

Una vez en el coche Mutu nos pregunta si nos apetece ir a ver una “fábrica de cigarros”. Por qué no! Vamos a un recinto repleto de chicas sentadas en el suelo con unas bandejas de mimbre delante con todos los elementos necesarios para montar cigarros: filtros de papel, hojas de tabaco tostadas y tabaco triturado seco. Contamos aproximadamente unas 50 chicas. Cada una hace unos 1.000 cigarros al día y cobra 1500K por ello. Pese a lo duro de su trabajo ha sido una visita divertida, ya que hemos charlado con algunas chicas y han estado bromeando bastante con nosotros.

La visita prosigue en un monasterio. En una gran sala del edificio principal nos encontramos con un grupo de estudiantes para monje memorizando los libros budistas. Nuestro guía nos explica que llegar a ser monje es realmente difícil. Nos cuenta que deben estudiar más de 20 años y que deben ser muy inteligentes por lo que no todos llegan a serlo. El profesor se presenta para charlar con nosotros. Es un hombre joven bastante tímido, con el que intentamos entablar una conversación pero no habla mucho inglés, así que no acabamos de entendernos. Nos da las gracias por visitarlos, aunque viendo cómo le hemos revolucionado la clase, no sabemos si ha sido del todo positivo ir allí.

La última parada en Bago es en la Kyaik Pun Paya o Pagoda de los 4 budas. Aquí también pagamos 300K a una chica muy simpática que nos persigue hasta que no le pagamos. Es el único templo donde nos cruzamos con algunos turistas, ya que durante el día no hemos visto a ninguno.

Hoy ha sido un día muy agradable. Nuestro guía ha ido cogiendo confianza con nosotros a lo largo de la jornada y nos ha hablado de la situación política del país. Dice que deben ser fuertes. Él está convencido de que en pocos años podrán disfrutar de la democracia, aunque no será fácil, porque, por ejemplo, los intereses económicos de India o China ya son un impedimento para abolir el régimen militar en el que viven, y en el que sólo unos pocos albergan toda la riqueza que genera el país. También nos ha explicado que Aung San Suu Kyi es un ídolo para la población birmana, ya que la ven como a una mujer muy fuerte, luchadora y muy inteligente. Entre conversación y conversación llegamos al caótico Yangón. Sobre las 18:30 ya estamos de vuelta a nuestra guesthouse. Nos despedimos de Mutu, no sin antes agradecerle la compañía del día e intercambiar direcciones de correo y recibir algunas recomendaciones sobre restaurantes de la ciudad.

Mañana tenemos que levantarnos a las 4:30, así que nos quedamos a descansar en el hotel, donde cenamos noddles con gambas, gambas tempura y arroz con pollo, regadito con unas cervecitas (10100K). Ahora ya es realmente tarde, y Olga tiene la espalda resentida por la caída de esta mañana, así que… mañana será otro día. Bona nit!!

Para ver todas las fotografías de este día sigue este enlace o, este otro para verlas como presentación.

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