viernes, 19 de noviembre de 2010

Día #3 – 18/10/2010: Yangon. Downtown y Shwedagon Paya


El sueño ha sido profundo,  aunque a Bere le ha despertado una fuerte tormenta durante la madrugada. Son las 06:30. Ducha y a desayunar. Pese a que es muy temprano, una pareja de japoneses y un americano se nos han avanzado y ya degustan el desayuno, que se compone de pan de molde (que puedes tostar) con mermelada de fresa, tortilla a la francesa de dos huevos y una bebida aguada parecida al Tang. Nosotros lo acompañamos con un café con leche deshidratada.

Mientras desayunamos entablamos conversación con la pareja de japoneses. Ella nos pregunta si ya hemos estado en Bagán y al decirle que no, nos explica su experiencia y nos recomienda un hotel para dormir. Después de desayunar, cogemos las mochilas y nos dirigimos andando al centro. En las calles ya se palpa la actividad matutina. Mucha gente desayuna en los puestos callejeros, compra tabaco de mascar o alimentos frescos. Hay movimiento arriba y abajo, y el tráfico es frenético. Algo que nos llama la atención es que los birmanos son algo más tranquilos que los chinos, ya que no utilizan con tanta frecuencia el claxon como lo hacían en China. Pasamos por un mercado al aire libre donde venden verduras, carne y pescado. Vendedores y compradores nos miran y sonríen. Algunos nos saludan con la mano y nosotros les respondemos con un “mingalaba”. La sensación es muy agradable.

La mayoría de las mujeres y niños llevan la cara pintada con thanaka. El thanaka es el cosmético más natural que existe y se consigue mezclando el tronco o ramas del árbol thanaka con agua. Esto crea una pasta amarilla con la que untar la cara e incluso las manos. También es utilizado como protector solar. Por otra parte, en Yangón una gran mayoría de los hombres visten con el longyi, una pieza de vestir tradicional y que consiste en una tela rectangular que sustituye a los pantalones y se anuda en la cintura.

Cerca de la Sule Paya nos ofrecen cambiar dólares a Kyats, pero nosotros lo rechazamos, ya que nos han comentado que se han producido muchas estafas a turistas en esta zona. Caminamos hasta el Strand Hotel, un edifico colonial donde hacemos una parada técnica para tomar un par de cervezas aprovechando que empiezan a caer 4 gotas. Cuando salimos del hotel nos dirigimos hasta la MTT donde hemos solicitado la documentación para salir del país por tierra, en la frontera con Tailandia. Después de hacernos esperar un buen rato nos comunican que no tienen los papeles, pero nos confirman que los enviarán a su oficina de Bagan donde podremos recogerlos unos días más tarde. Compramos el billete de avión Yangón-Mandalay (90$/billete).

Cuando salimos de la agencia seguimos con el walking tour recomendado en la guía LP hasta que llegamos al Bogyoke Aung San Market. Todas las calles del centro viven una frenética actividad mercantil. Vemos todo tipo de tiendas, gente arriba y abajo, trafico, etc etc… Nos hace mucha gracia que la gente de los pisos céntricos tiene un cordel desde la ventana hasta 2 metros del suelo. Dicho montaje sirve para subir los alimentos que compran desde la misma ventana. Muy curioso. Desde el mercado central cogemos un taxi (2000K) hasta la oficina de Saw, que es el guía a con quien hemos contactado para alquilar un coche durante 4 días (Mandalay hasta Pakokku). Acordamos que el guía nos esperará en el aeropuerto de Mandalay al cabo de dos días y pagamos la mitad del coste (100$).

El barrio donde está la diminuta oficina que comparte con otra agencia de viajes es mucho más tranquilo que el centro. Caminamos por los alrededores y encontramos un pequeño centro comercial. Entramos a ver qué tipo de productos venden, y la verdad es que tienen mucha variedad de arroces, muchos productos deshidratados y muy poca carne, si lo comparamos con España. De todos modos, en Myanamar lo más común es realizar la compra en los mercados diarios de fruta y carne fresca.

Al salir del centro, un taxista nos ofrece sus servicios. Pedimos que nos lleve hasta el Park Kandawgyi Lake. Al subir observamos que no pone el taxímetro y le solicitamos que lo ponga, pero no lo hace. Le decimos que por favor pare, pero hace oídos sordos. Cuando llegamos al lugar nos pide 3000K de malas maneras. Después de protestar bastante tiempo con él por su comportamiento acabamos dándole el dinero, aunque nos quedamos muy descontentos por su comportamiento.

Entramos en el parque (300K/persona) Kandawgyi. Allí nos encontramos con el lago artificial del mismo nombre, que guarda uno de los símbolos de Yangón, el Karaweik Hall, una réplica de un típico barco real birmano cuya construcción finalizó en 1974. Hoy en día alberga un restaurante buffet. Decidimos buscar un lugar para comer cerca del lago y entramos en el Fun food restaurant. El lugar, que es al aire libre, está repleto de grupos de gente joven, que visten muy moderno y hablan por teléfono móvil, así que deducimos que deben ser hijos de la clase más alta de la ciudad y seguramente de todo el país. Comemos arroz frito estilo tailandés, dos platos de gambas tempura excelentes y un par de cervezas. (13600K).

Después de la comida paseamos por el parque, donde nos encontramos el rodaje de lo que parece un “Al salir de clase” birmano. Desde el parque andamos hasta la Shwedagon Paya, no sin antes perdernos y entrar en otra pagoda llamada Mahasi Wizaya Paya. Desde aquí tenemos visibilidad de la Shwedagon , así que nos orientamos y nos dirigimos a ella. Antes de entrar en el recinto subimos una larga escalinata hasta llegar a la entrada. Allí pagamos los 5$/persona que cuesta la entrada y nos descalzamos. Dado que es un lugar sagrado no se puede entrar con camiseta de tirantes ni pantalones cortos, así que en la entrada prestan a Olga un par de prendas para vestir acorde a las normas. Y finalmente estamos delante de la imponente Shwedagon, ya no la vemos a través de una pantalla, sino que es la de verdad. El tiempo parece detenerse mientras observamos el monumento religioso, repleto de gran simbolismo para cualquier ciudadano birmano. En el recinto hay muchos turistas, aunque también muchos locales paseando y orando. Un birmano se acerca a nosotros y entablamos una entretenida conversación con él. Finalmente, se ofrece a darnos una explicación del lugar y nosotros amablemente rechazamos su ofrecimiento. Muy amable, el hombre se despide de nosotros con un “Adiós, muy buenas”. Mientras tomamos fotos aquí y allá, y casi sin darnos cuenta, el sol se pone, y la Shwedagon se ilumina en la oscura noche de Yangón. De repente, empieza a caer una fina lluvia que espanta a algunos que corren para no mojarse. Nosotros, nos refugiamos unos minutos y finalmente decidimos abandonar el lugar entre resbalones varios. Devolvemos la ropa que nos habían prestado y bajamos de nuevo la escalinata hasta la calle. Allí cogemos un taxi, con el cual acordamos previamente el precio  después de que dos taxistas no quisieran utilizar el taxímetro, para que nos llevara de vuelta al hotel (2000K).

Nos notamos cansados y decidimos quedarnos a cenar en el hotel, donde aprovechamos para gestionar un coche para mañana ir a Bago. Preguntamos en el hotel, y nos presentan un chico que nos haría de guía todo el día por 60$. Finalmente llamamos a Saw y nos lo ofrece por 35$, así que quedamos que al día siguiente a las 8:00 nos recogerá un guía amigo suyo en la puerta del hotel. Cenamos arroz frito con verduras y pollo agridulce acompañados de varios turistas,  una ranita saltarina y una lagartija que se había colado en el comedor. Después de conectarnos a internet desde el hotel (1$/hora) y avisar a familia y amigos que todo estaba yendo perfecto nos vamos  directos a la cama. En menos de un minuto nos quedamos dormidos. A descansar!!

Para ver todas las fotografías de este día sigue este enlace o, este otro para verlas como presentación.

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