viernes, 19 de noviembre de 2010

Día # 19 - 03/11/2010: Kengtung. Poblados Lahu Shi, Lahu Nat, Wa y Palaung


Nos levantamos a las 6:30. Hoy hemos podido descansar muy bien, hemos dormido muchas horas, así que nos sentimos llenos de energía para empezar el día. Desayunamos los primeros y a las 8:00 ya estamos preparados para salir. Cuando salimos a la puerta del hotel nos encontramos a Mutu con un tuc-tuc nuevo, de color azul. Nos explica que el suyo está en el taller por una avería. 
Al igual que hicimos ayer, primero vamos al mercado. Las tribus que vamos a visitar hoy están más aisladas que las de ayer, así que lo que les vamos a llevar también cambia. Compramos hilo azul, agujas para coser, galletas para críos y por supuesto, nuestra comida del día, que se va a componer de pollo, arroz en hoja de plátano y una bolsa de picante para Mutu. Una vez terminadas las compras salimos de Kengtung dirección este. Un par de quilómetros después de cruzar un control de inmigración, giramos a la derecha y nos adentramos en un camino de tierra lleno de baches. Cruzamos diversos pueblos hasta llegar a un caminito estrecho de tierra entre campos de arroz. Cuando encontramos un gran agujero en el camino, nuestro guía nos indica que bajemos del vehículo y que cojamos nuestras mochilas. A partir de aquí, la excursión sigue andando. 
Al cabo de pocos minutos de andar, entramos en un poblado Lahu Nat. Casi todos sus habitantes están trabajando en los campos de arroz. Es curioso observar como algunas mujeres trabajan recogiendo arroz con los bebés a sus espaldas, mientras que los que ya saben andar, corretean por los alrededores rodeados de búfalos de agua, gallinas y cerdos. 
Continuamos con la marcha. A partir de este momento, la subida cada vez es más empinada, aunque a diferencia de ayer, cruzamos bosques con grandes árboles y plantas que nos resguardan del sol, haciendo que la temperatura sea más agradable. Durante la subida, avistamos a lo lejos a nuestros amigos neozelandeses con los que cenamos ayer. Finalmente, nos los acabamos cruzando por el camino. Parece que van en la misma dirección que nosotros, pero como llevamos un ritmo algo más rápido acabamos adelantándolos y dejándolos atrás. Más tarde también nos cruzamos con dos mujeres francesas que llegaron en el mismo avión que nosotros. Cruzamos cuatro palabras con ellas… la verdad es que por la edad que tienen (aprox 55) se las ve muy fuertes y además son muy agradables. Las adelantamos y seguimos subiendo. 
Unos 15 minutos antes de llegar, a lo lejos, ya podemos ver el poblado al que nos dirigimos. Por el camino todavía nos cruzaremos a un par de chicos intentando subir sacos de arroz con una moto… aunque el camino es tan escarpado que hasta a la moto le cuesta avanzar. Sabemos que hemos entrado al poblado cuando cruzamos una especie de marco fabricado con ramas, con una especie de papeles blancos que cuelgan de ellas y arroz en el suelo. Nuestro guía nos explica que es un símbolo para proteger al poblado de los malos espíritus. 
Finalmente llegamos al poblado de los Lahu Shi. Las casas están colocadas en una pendiente donde no hay vegetación. Las paredes de las casas son de caña y el techo de ramas. Los hombres de la tribu visten pantalones azules, mientras que las mujeres llevan falda azul marino. Todos ellos visten una camisa o jersey de color blanco. Observamos con curiosidad que todas las chicas llevan perforadas las orejas con una especie de pequeño tubo metálico y lucen unos collares fabricados con ramas. Nos invitan a entrar en una casa, la cual se llena rápidamente de niños curiosos y varias mujeres del pueblo. Todos nos miran con mucha curiosidad, al igual que nosotros a ellos. Repartimos las galletas entre todos, mientras Mutu hace bromas con ellos. También les regalamos el hilo de color azul y las agujas a las mujeres, y cepillo y pasta de dientes a los hombres. Mutu les hace una demostración de cómo utilizar el cepillo de dientes. Mutu habla con los hombres para que nos hagan algo de comida, así que mientras escuchamos que van llegando el resto de turistas, nosotros nos quedamos en la casa viendo cómo nos preparan una sopa de verduras. Aprovechamos para abrir nuestras bolsitas de arroz pegado y la carne que hemos comprado en el mercado esta mañana. 
Después de comer damos un paseo por el pueblo y nos hacemos unas fotos con la comunidad Lahu. Desde el poblado hay unas vistas preciosas de los campos de arroz y de las montañas. A lo lejos, en lo alto de otra montaña, se observa otro poblado que también es de Lahu Shi. Nos quedamos un ratito más, viendo como los críos corretean entre perros, gallinas, pollitos, cerdos… y aunque nos apetece quedarnos, Mutu nos dice que debemos partir ya que todavía queremos visitar un par de poblados más. La bajada es mucho más fácil y la hacemos bastante más rápido que la subida, aunque al final del camino Mutu decide coger otro camino para acortar y acabamos caminando a través de varios campos de arroz y llenos de barro hasta arriba! Gracias a esto nos cruzamos con varios Lahu Nat y algún Palaung segando el arroz y después desgranándolo para el secado posterior. Antes de llegar al tuk tuk todavía nos cruzamos con un altar animista antes de llegar a un poblado Wa. Los Wa son originarios de China al igual que los Lahu. Después de la corta visita, nos subimos en el tuk tuk para ir a visitar un poblado Palaung. El última tramo lo tenemos que hacer caminando entre arrozales y un canal, así que se nos hace algo duro. Los Palaung son una tribu mucho más rica que los Lahu y están mucho más acostumbrados a los turistas. De hecho, al llegar al pueblo, que combina cabañas y pequeñas casas de construcción, nos cruzamos con un par de grupos de turistas que llegan andando por un camino bien plano… parece que Mutu quiso buscar de nuevo otro camino más corto para llegar o queremos creer que más interesante para nosotros. 
Aprovechamos que el pueblo intenta vender quincalla a los grupos de turistas, para pasear por el pueblo tranquilamente sin que nos molesten. Las mujeres Palaung se caracterizan y se distinguen porque visten un longy rosado, varios cinturones metálicos en la cintura y pañuelo también rosado. En el pueblo también nos cruzamos con varios monjes muy jovencitos con la vestimenta de color naranja. Suponemos que este color es por la influencia de Laos y Tailandia, que en realidad están más cerca que Mandalay o Yangón. 
Después de dar el paseo por el pueblo, Mutu va a buscar el tuk tuk, y  nosotros salimos por el camino que llega al pueblo donde nos viene a recoger. El camino hasta Kengtung se nos hace rápido, ya acostumbrados a los baches y movimientos del pequeño vehículo camicace en el que vamos. Durante el trayecto nos hace mucha gracia encontrar a un pastor al que siguen no menos de 50 patos… Después pasamos el control policial de rigor antes de entrar en Kengtung. Como todavía disponemos de unos 40-50 minutos de luz, le pedimos a Mutu que nos deje por el centro para visitar la Wat Pha Jao Lung, de estilo tradicional tailandés. De camino al hotel compramos algunos snacks y encontramos un cyber con internet, así que aprovechamos para escribir a la familia. Se nos hace de noche, y empezamos en sentirnos cansados de verdad. Dejamos las mochilas en el hotel y salimos a cenar unos panes cocinados al vapor rellenos de pollo y ternera. Después de esto, ducha y a dormir!! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario