Hoy hemos dormido hasta algo más tarde. Los dos nos despertamos con dolor de cabeza y anginas. Ducha, desayuno (pan cake con miel y plátano, café con leche deshidratada y mermelada de fresa) y sobre las 8:45 salimos del hotel. Hoy queremos simplemente caminar por el lugar y disfrutar de la tranquilidad que nos ofrecen los alrededores del lago Inle. Cuando llegamos al embarcadero nos encontramos con el barquero que el primer día nos hizo la ruta por el lago. Nos pregunta si queremos ir a Indein y le decimos que hoy no, que nuestra idea es pasar el día por nuestra cuenta. Salimos de Nyaungshwe cruzando el puente del embarcadero. Caminamos paralelos al canal principal hasta que encontramos un pueblecito. Una mujer nos pregunta a dónde vamos y al decirle que no tenemos rumbo nos ofrece ver cómo hacen cigarros. Aceptamos su invitación y nos vamos con ella a una especia de local donde dos mujeres más están haciendo cigarros. Colocan un par de sillas para que nos sentemos con ellas y nos preparan té y galletas.
Mientras tanto nos van enseñando cómo fabrican los cigarros. Utilizan una especie de bastón con un plástico donde ponen el tabaco seco y que les ayuda después a liar el cigarrillo. Me animan a que haga uno yo misma y después me lo regalan. Nosotros les regalamos algunas naranjas que llevamos en la mochila. Estamos un rato haciéndoles compañía hasta que decidimos proseguir con nuestro paseo. 
Intentamos buscar una salida del pueblo que no sea por donde hemos entrado pero está rodeado de canales y agua, así que finalmente tenemos que dar media vuelta. Las casas están fabricadas con caña de bambú entrelazada y están construidas a unos tres metros encima del suelo. Casi todas ellas tienen un corralillo donde viven uno o dos cerdos. No cabe decir que por el camino también nos cruzamos con gallinas y polluelos que corren a sus anchas por las callejuelas de tan lindo lugar. También nos fascinan las mariposas de mil colores y las libélulas con colores que nunca antes habíamos imaginado. Mientras paseamos observando todo lo que nos rodea tengo la sensación de haber retrocedido en el tiempo y ver la vida como mi abuela me ha contado alguna vez. 
Regresamos al camino principal y andamos unos 5 Km hasta que decidimos girar para entrar en otro pueblecito. Vamos en busca de una sombra agradable para descansar. Decidimos parar en un puente que cruza un canal donde se baña feliz una cría muy pequeña. Rápidamente vienen a nuestra búsqueda un grupo de niños a los que hemos despertado la curiosidad. Cuando llegan paran delante nuestro mirándonos como si fuéramos de otro planeta. 
De otro planeta no, pero sí venimos de otro mundo muy diferente al suyo. Una niña del grupo juega con una cucaracha gigante muerta, mientras otro crío nos dice cosas en su idioma y después se ríe. Un matrimonio viene a enseñarnos a sus dos criaturas y él se presta a hacernos una foto. Estamos un rato jugando con el grupo de niños, a los que les hacemos contar en inglés y todos juntos aplaudimos después. Se lo pasan en grande! Y nosotros también. Regresamos contentos hasta el camino que nos llevará de vuelta al pueblo. Regresamos charlando de la posibilidad de viajar durante un período más largo que un mes… vaya, de nuestros sueños.
Cuando llegamos al pueblo nos dirigimos a comer. Vamos al restaurante de un hotel que está al lado de la calle que cruza el pueblo de punta a punta, junto a un canal.
Somos los únicos comensales, así que pasamos una comida muy tranquila. La comida se compone de beef con curri, pollo agridulce, acompañado de arroz y cerveza (9000K). Después de comer buscamos un lugar para que nos hagan un masaje típico birmano. Encontramos un lugar donde nos cobran 4000K/1 hora/persona, así que nos quedamos. Durante el masaje escuchamos de fondo gruñir a los cerdos y piar a varios pollos. El masaje nos deja como nuevos y nos ayuda a aliviar las agujetas del trekking de hace dos días, y del día en bici de ayer. Cuando salimos del masaje nos volvemos a encontrar con el barquero del primer día y acordamos con él que al día siguiente iremos a Indein por 12000K. Nos acompaña hasta el hotel y de camino nos encontramos con su mujer, que nos explica que es cigarrera. También nos cuenta que tiene un crío de 3 años. Quedamos con él a las 9:00 en el lugar de siempre. Nos quedamos en el hotel redactando diario, y rodeados de cientos de mosquitos, insectos varios, lagartijas… vaya, que aquí no hay forma de estar solos! 
Ahora que ya son las 19:30 y hace un par de horas que es de noche, iremos a comprar algo para picar al pueblo y después a descansar. Finalmente salimos a cenar con la idea de tomar algo, pero acabamos comiendo unos noodles estilo Shan en un garito con una familia que está apañando a los críos para llevarlos a la cama. Mientras nos los comemos, un ratoncillo marrón muy simpático recorre la cornisa del techo. Después nos pasamos por el restaurante callejero donde hacen los chapatis donde nos encontramos con Nyi Nyi… Está en compañía de dos turistas y nos sentamos con ellos. Una de las chicas es australiana y nos explica que lleva 8 meses viviendo en Camboya y que ha venido a pasar una semana a Birmania de vacaciones. La otra nos explica que es francesa-americana y que decidió dejar su casa para hacer un viaje de 7 meses por todo el sudeste asiático más Nueva Zelanda. Charlamos todos juntos un buen rato, mientras Nyi Nyi nos ameniza la noche con las melodías de una guitarra. Cuando empiezan a cerrar todos los lugares, decidimos deshacer la reunión y nos vamos todos a descansar.
Para ver todas las fotografías de este día sigue este enlace o, este otro para verlas como presentación.
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