Nos despertamos a las 5:30 y rápidamente ducha, acabamos de arreglar las maletas y vamos a desayunar. Mientras desayunamos vemos como llega el taxi que nos llevará al aeropuerto y que reservamos en recepción el día anterior. (5.000K). Pagamos el hotel (35$*3) y nos marchamos. En 10 minutos llegamos al pequeño aeropuerto de Bagan. Como en Yangon, nos entregan el billete de embarque escrito a mano y sin asiento asignado. First in, first sit. 
Con una goma, enganchamos a las maletas un cartón con el destino escrito y se las llevan a mano hacia la pista de aterrizaje. Esperamos una hora en el aeropuerto, observando el vaivén de turistas. La mayoría son grupos de gente mayor, aunque también se deja ver alguna parejita como nosotros. El trayecto en avión es muy rápido. En 30-40 minutos llegamos al también pequeño aeropuerto de Heho. Aquí cogemos las maletas directamente del carro tras bajarlas del avión, y para no perder tiempo salimos a la calle. Nuestra intención es dormir en Nyaungshwe. La idea inicial era ir a Kalaw para hacer el trekking de tres días y llegar andando al Lago Inle, pero como hemos perdido un día en Pakokku por el ciclón, finalmente decidimos ir directamente a Nyaungshwe e improvisar. Algunos taxistas nos intentan vender la carrera por 21$. Al decirles que no, la bajan a 15$, pero nos negamos nuevamente y empezamos a caminar por la carretera con las mochilas a la espalda. Finalmente para un taxi y acordamos 12$ por el trayecto hasta Nyaungshwe. Aproximadamente el recorrido dura una hora. Primero vamos a buscar alojamiento en el Aquarius Inn, pero está lleno.
La habitación doble cuesta 12$ y la verdad es que tiene muy buena pinta. Finalmente acabamos en el Teak Wood, donde al final nos quedamos una habitación de 25$. El lugar es muy agradable, todo de madera y con una habitación más que limpia. El único punto negativo es la familia que lo regenta ya que siempre intentaron vendernos directamente las excursiones bastante más caras de lo que luego las encontramos en la calle. Más tarde nos enteraremos que no gozan de muy buena fama entre los que se dedican al negocio del turismo en el pueblo. Deben ser las 11:00 cuando salimos en busca de barca para que nos lleve al Lago Inle. Cuando empezamos a caminar por la calle principal hasta el pequeño puerto del río, un hombre se nos acerca y nos ofrece una excursión al lago. Su primera oferta son 13.000K, pero como ya está algo avanzado el día, lo acabamos dejando por 10.000K. La barca en la que nos subimos es alargada y estrecha y dispone de unos asientos especiales para turistas. Durante 15-20 minutos navegamos por el Nan Chaung (canal principal) antes de llegar al lago. La sensación de paz y tranquilidad cuando llegamos al lago es indescriptible.
Nuestro barquero para los motores para que disfrutemos del momento. A lo lejos, observamos varios pescadores que aguantan el remo con uno de los pies, sin que éste se caiga. Se observan barcas más grandes que la nuestra que funcionan a modo de autobús, para que los locales puedan ir de un pueblo a otro.Cruzamos el lago, desde donde observamos varios complejos hoteleros a los lados. Nos llevan a visitar un poblado flotante, donde sus gentes realizan sus quehaceres diarios ante la mirada osada de algunos turistas. Los unos lavan su ropa en el lago, otros su limpieza personal diaria, mientras que otros muchos simplemente miran por la ventana, viendo la vida pasar. Visitamos diversos lugares para conocer los diferentes oficios a los que se dedica la gente del lago: fabricación de tejidos, joyas de plata, cuchillos, etc. También vamos a visitar el conocido monasterio de los gatos saltarines (Jumping cat monastery), donde sus monjes son conocidos por su paciencia adiestrando estos animalitos. Es aquí donde nos encontramos con unos jóvenes catalanes que ya habíamos visto en Bagan y con los que intercambiamos impresiones del viaje. Vamos a comer delante de la Phaung Daw Oo Paya (2.500K). Nuestro menú hoy se compone de noodles con pollo y un agua. También comemos dos plátanos de postre y sopa.
Ya por la tarde, y de vuelta al pueblo, el barquero que ha estado con nosotros todo el día se ofrece para llevarnos de trekking al día siguiente. Nos explica que si hablamos con él directamente podrá ganar todo el dinero sin que haya otro intermediario. Creemos que ha sido un hombre bastante honesto con nosotros así que acordamos a dónde nos gustaría ir al día siguiente. Ya en el pueblo, nos presenta a su primo, un chico joven de unos 21 años que nos hará de guía al día siguiente. Pagamos los 10.000K de la excursión de hoy y un adelanto de 5.000K para comprar comida fresca al día siguiente. Vamos primero al hotel a dejar las mochilas y abrigarnos un poco. Aquí ya no hace el calor de Bagan y por la noche refresca, así que necesitamos ponernos alguna muda de manga larga. Salimos a cenar. Por la calle encontramos muchos lugares y finalmente elegimos uno donde hacen chapattis (torta de harina) en la calle. Pedimos una con verduras y otra con pollo y cenamos sentados en unas mesitas dispuestas en la acera de la calle, después de que Bere haya ido a comprar una cerveza en otro sitio (2.000K + 1.800K). Un chico que ayuda a servir en el lugar nos pregunta de dónde somos y estamos charlando con él un buen rato. Mientras cenamos, Bere se pelea con una langosta que parece no querer dejarnos y sin darnos cuenta nos la acabamos llevando a la habitación del hotel, donde la hacemos pasar a mejor vida.
Cuando llegamos al hotel, es todavía pronto y decidimos ver un a peli, pero nos quedamos los dos dormidos…
Para ver todas las fotografías de este día sigue este enlace o, este otro para verlas como presentación.
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