viernes, 19 de noviembre de 2010

Día # 13 - 28/10/2010: Nyaungshwe. Trekking Inle Lake


Nos levantamos a eso de las 7:00 para tener tiempo de ducharnos y desayunar. El desayuno se compone de fruta, y podemos escoger entre pancake o tortilla. Escogemos la primera opción, que acompañamos con plátano y miel, además de un café con leche. Llenos de energía salimos a la calle. A las 08:00 en punto estamos en el lugar donde hemos quedado con nuestro guía, que es el primo del barquero de ayer. Se llama Nyi Nyi y nos acompañará durante el día de trekking por los alrededores. Primero vamos al mercado del pueblo a comprar la comida. El joven compra seis huevos, una bolsa de verduras crudas recién cortadas y unos noddles. Una vez que ya disponemos de nuestra comida del día, empezamos a salir del pueblo por la carretera principal. Antes de salir de Nyaungshwe compramos una botella de agua. Justamente cuando el camino empieza a ganar altura y en una curva a la izquierda, cogemos un caminito de forma que no hacemos la curva de la carretera, sino que avanzamos recto. El sendero está en buen estado. Es el lugar de entrada al pueblo de todas las gentes de los pueblos de las montañas. Durante unos minutos seguimos por este camino cuya pendiente es débil pero constante.

Al cabo de un rato divisamos el primer pueblo donde vamos a parar durante nuestro recorrido. Está justo en la falda de las montañas. Nyi Nyi nos va mostrando por el camino los cultivos del lugar: verduras varias, papayas, la planta que cuando la tocas retrae todas sus hojas, etc. Justo en la entrada del pueblo hay una escuela a la que nos acercamos atraídos por todos los críos que están correteando por sus alrededores. La escuela se compone de una gran sala diáfana repartida en 5 espacios diferenciados, una para cada curso. La maestra y un monje nos invitan a entrar. Charlamos un rato con ellos y hacemos algunas fotos del lugar. Parece que la primera tarea matinal de los escolares es limpiar el patio, así que salen rápidamente de la clase para hacer esta tarea. Desde donde nos encontramos, vamos a buscar una empinada escalera que nos lleva a una cueva donde vive un monje. Nos cuenta Nyi Nyi que hace 15 años que vive allí en soledad. Nos sentamos en su cueva donde nos refugiamos del calor que ya empieza a hacer fuera. Nos invita a te y algunos snacks. Después visitamos otra cueva todavía más grande donde no vive nadie, pero que es venerada.

Después de esta visita, emprendemos un camino empinado y estrecho cuya maleza nos va dificultando el fácil avance por momentos. El calor es cada vez más intenso, al igual que la subida. A medida que vamos ganando altura, las vistas se van haciendo más impresionantes. Pasamos por un segundo poblado donde encontramos a unos críos jugando. No nos entretenemos demasiado para que el sol no nos quite las pocas fuerzas que nos empiezan a quedar. Seguimos avanzando hasta una caseta de caña donde paramos a descansar. Al cabo de tres minutos aparecen tres chicas Pa-O que se dirigen al pueblo y que también paran a descansar. No hablan birmano y son muy vergonzosas. En el lugar hay tres vasijas grandes que nos cuenta Nyi Nyi que la gente de los pueblos de alrededor llena de agua para cuando alguien pare a descansar en el lugar pueda refrescarse. De hecho, mientras estamos allí aparece un hombre de la nada, con dos bidones gigantes llenos de agua que acarrea a lado y lado de su espalda y que utiliza para rellenar las botijas.

Seguimos nuestro camino casi una hora más hasta que llegamos hasta un pueblecito. Aquí no existe electricidad ni infraestructura alguna. Solamente casas de caña y plantaciones de tabaco, que es como se gana la vida la gente Intha de estos parajes. Vamos a una casa donde la mujer se dedica a vender hojas de tabaco que seca en la parte baja de su casa. Tiene una especie de horno alargado bajo tierra donde hace fuego y encima pone las hojas de tabaco para que se sequen. El olor que generan las hojas de tabaco es excelente. Venden 30 kg de hojas por 2.500K, así que necesita trabajar mucho para poder ganarse el pan de cada día. Subimos a la parte superior de la casa donde ayudamos a preparar la comida. Nos explica Nyi Nyi que la casa la construyeron con la ayuda de la gente del pueblo. Las cañas las consiguieron de la montaña y solamente tuvieron que comprar el techo. Nos cuenta que el coste total de la casa es de 35.000K (Unos 40€). Este dato nos da para pensar en el coste de las viviendas en nuestro mundo durante un largo rato. Mientras la mujer prepara una sopa de verduras, Bere hace una cabezadita aprovechando el aire fresco que entra por la ventana. Nyi Nyi nos prepara también los fideos acompañados de los huevos revueltos y las verduras que freímos en un fuego que encienden en medio de la sala. Tardamos bastante tiempo en hacer la comida y comer, y justo después de acabar nuestros platos, reemprendemos el camino. Tenemos que llegar al lago y no quedan muchas horas de sol. Durante el camino, observamos el árbol de las plantas de Navidad con su flor roja típica de estas fiestas. También vemos árboles de lima que utilizan para hacer algunos curris. Lo que también nos sorprende y alegra el camino es la gran cantidad y variedad de mariposas que vamos viendo, de colores antes impensables.

Volvemos a pasar por otro pueblo en donde podemos comprar agua. Es un pueblo mixto de Intha y Pa-O, pero aquí podemos ver a mujeres de esta etnia con su vestido tradicional negro. En el lugar donde paramos a comprar agua estamos un buen rato jugando con unos críos a los que les encanta verse en la pantalla de la cámara. Es algo tarde y tenemos que continuar. Iniciamos el descenso por un camino estrecho y en bastante mal estado. Durante el tramo final del trayecto disfrutamos de unas vistas imponentes del lago. También nos encontramos con un búfalo de agua al que tenemos que sortear mientras lo aguanta su dueño, ya que no cabemos todos en el estrecho sendero. Poco a poco, el sol va cayendo y el día se va apagando. El tramo final lo hacemos a oscuras, lo cual nos hace acelerar el paso.

Hemos quedado con el barquero que nos vendría a buscar a un pueblo situado a las orillas del lago y que nos llevaría en barca hasta Nyaungshwe de nuevo. Llegamos al embarcadero que ya es totalmente de noche, y nuestra barca se ha marchado. No se puede circular de noche por el lago porque las barcas no llevan luz y sería peligroso, así que tenemos que buscar una alternativa para volver a casa…

Nuestro guía negocia con algunos del pueblo para que nos lleven con sus motos. Al principio no se ponen de acuerdo, pero finalmente nos llevarán en dos motos. Yo me subo en una en medio de dos chicos, el conductor y el guía detrás. Bere va de paquete con otro chico en una moto detrás… La situación es muy divertida. Yo no había subido en moto desde que era muy pequeña y me encanta la sensación. Además, el cielo está plagado de estrellas y el trayecto es agradable. Cuando llegamos al pueblo pagamos a los chicos 7.000K que cuesta la carrera. Nos dejan a la entrada del pueblo, así que todavía tenemos que andar un buen tramo hasta llegar al hotel. Cuando llegamos estamos tan cansados que hoy ni saldremos a cenar. Tenemos unos frutos secos que trajimos de casa y que degustamos antes de caer muertos en la cama.

Para ver todas las fotografías de este día sigue este enlace o, este otro para verlas como presentación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario