viernes, 19 de noviembre de 2010

Día # 10 - 25/10/2010: Bagan - Popa Mountain - Bagan


Nos levantamos alrededor de las 7:00. Hemos quedado a las 7:30 para desayunar con la pareja de hermanos con los que vamos a ir de excursión al Monte Popa. Cuando llegamos al comedor Carol y Cristofer ya están desayunando. La chica no habla nada de inglés, así que interactuamos con él. Hoy el desayuno no es tipo buffet como vimos ayer… parece que no hay suficientes huéspedes.

A las 8:00 salimos hacia el Monte Popa con un taxi que hemos alquilado para todo el día y que nos está esperando puntual en la puerta del hotel. De camino paramos para que nos enseñen el proceso para hacer azúcar de palmera, así como dulces y alcohol con la resina. Tardamos un par de horas en llegar hasta la falda de la montaña donde se encuentra el santuario del Monte Popa. Paramos para hacer la foto de la montaña, lugar donde unas niñas intentan vendernos unas piedras huecas con arena en su interior. “Lucky Money”, dicen…


El coche nos acerca hasta la entrada del templo de culto a los Nat. Anterior a la llegada del budismo a Myanmar, el culto a los Nat convive con la religión mayoritaria en el país con toda naturalidad. La palabra “nat” significa señor y existen cientos de ellos, algunos considerados kosaung o conciencia individual del ser. A menudo se ha visto a los Nat como seres supranaturales o espíritus molestos, a los que hay que evitar. También se cree que fueron personajes históricos mitificados después de su muerte. Es el caso de los 37 nat venerados en el santuario del Monte Popa, el pináculo volcánico que vamos a visitar. En él se celebra un festival o pwe en su honor cada mes de agosto, reminiscencia del que se llevaba a acabo antes de la adopción oficial del budismo, y en el que se daban casos de trance.

En la entrada al templo encontramos decenas de monos que nos acompañarán durante gran parte de la escalinata que nos llevará a la cima. Los locales están acostumbrados a ellos y les lanzan algo de comida para que se entretengan y no molesten demasiado a los turistas. Ya en el templo se pueden observar unas buenas vistas de la zona, aunque hoy no hemos tenido mucha suerte porque el día está un poco nublado.

La vuelta es muy rápida y sobre las 14:00 volvemos a estar de nuevo en el hotel. Pagamos el taxi (15$/pareja) y nos despedimos de nuestros compañeros de viaje. Hace mucho calor y decidimos descansar un rato en el hotel. Después vamos a buscar algún lugar para conectarnos a internet, pero como en los últimos días, nos es imposible. No funciona. Finalmente decidimos alquilar unas bicis para ir a Old Bagan.

El calor es insoportable. Así que paramos en una pagoda de las muchas que vamos encontrando por el camino para protegernos de las altas temperaturas. Cuando subimos a ella nos encontramos con un par de chicos. Uno de ellos es el guardián del templo. Para conservar las pagodas el gobierno puso rejas en las más importantes y entregó sus llaves a algunos locales que reciben una pequeña cantidad de dinero, y además pueden vivir en la zona, cerca del templo que custodian. Son los únicos privilegiados que pueden vivir en la zona, ya que el gobierno trasladó a todos los ciudadanos del lugar en 1996, lo cual fue un trauma y la ruina para muchos. El chico nos da una explicación de las pinturas que se conservan en el interior y después nos quedamos charlando con ellos y disfrutando de una sombra que por suerte, hemos encontrado.

Seguimos nuestro camino hasta el restaurante de la familia que conocimos ayer. Queremos avisarlos que no podremos ir a cenar, porque Bere está algo enfermo de la barriga. Nos regalan una talla de madera en muestra de agradecimiento, todavía no sabemos muy bien porqué. Nos quedamos charlando con el hijo de la familia, que nos explica que el gobierno les expropió otro restaurante que tenían en Old Bagan. Nos explica que su padre tuvo que buscarse la vida y finalmente pudo alquilar un trozo de tierra a un amigo por 30.000K/mes (35€) donde levantaron la casa y el restaurante. Nos comenta que el negocio no funciona tan bien como antes porque en este lugar los turistas no son habituales. También nos explica que sus estudios cuestan 70.000K/mes (80€) y que no va a dormir a casa para que su padre no gaste dinero en gasolina. Para que os hagáis una idea, el chico vive en Nyaung- U durante la semana, donde está el colegio, mientras que sus padres hacen lo propio en Old Bagan, solamente a 6 Km de distancia. Nos cuenta que quiere ser ingeniero aeronáutico para construir aviones y que por eso tiene no quiere dejar los estudios.  La historia nos conmociona, así que decidimos entregarles una ayuda simbólica para pagar los gastos de todo un mes.  Quedamos que si al día siguiente seguimos en Bagan iremos a comer. Nos hacemos una foto con ellos y nos vamos corriendo a ver la puesta de sol sobre una pagoda que nos recomienda el chico.

Finalmente llegamos tarde para la puesta de sol, pero disfrutamos de las vistas y de la tranquilidad del lugar en lo alto de una pagoda donde, esta vez, estamos solos, algo difícil de conseguir por estos parajes.

Una vez puesto el sol, la noche aparece rápidamente, así que cogemos las bicis y volvemos al pueblo. Los 6 km que nos separan de Nyaung-U se hacen eternos. La oscuridad dificulta avanzar con rapidez, y la sensación de decenas de mosquitos chocando contra el cuerpo y cara tampoco es demasiado agradable. Cuando por fin conseguimos llegar, ya son las 18:45 y a las 20:00 hemos quedado con el manager de la MTT que nos debería entregar los billetes de avión y el permiso para salir del país por tierra. Decidimos quedarnos a cenar en el restaurante del hotel, y mientras lo hacemos nos avisan que tenemos visita. Le invitamos a sentarse con nosotros en la terraza del hotel donde estamos cenando. Nos entrega un FAX escrito en birmano que nos asegura es nuestro pasaporte para salir del país. Está sellado por el gobierno, así que esperamos que no nos engañe. También nos dice que nos enviará los billetes de avión al día siguiente al hotel y que solamente tenemos que pagarlos en la recepción cuando estén en nuestras manos. Parece que todo está saliendo bien! Estamos realmente contentos de haber conseguido finalmente los papeles, así que para celebrarlo nos permitimos un helado de coco en un establecimiento que también pertenece al hotel, y en el que nunca hay nadie.

Después nos vamos a descansar. De fondo se sigue escuchando una oración. Nos cuesta adivinar de dónde procede el sonido. Simplemente envuelve el ambiente. Se escucha todo el día como si de una grabación se tratara. Más tarde sabremos que es por el festival de la luna llena. Rezan 4 días sin parar… y nosotros nos preguntamos el porqué no lo harán en silencio… porque después de dos días, el sonido de fondo empieza a ser muy insoportable. En fin… qué le vamos a hacer!! Bona nit!!

Para ver todas las fotografías de este día sigue este enlace o, este otro para verlas como presentación.

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